En términos generales…

El neurodesarrollo trata de estudiar principalmente aquello que pueda parecer atípico en la evolución o crecimiento de las estructuras que comprende el sistema nervioso central. Nos referimos a algo “atípico”, a cualquier rasgo que pueda estar fuera de la norma que apunta a un déficit o superación de índole psicomotora.

Por ende, los profesionales que trabajan en esta área pueden estimular e intervenir en torno a estos dos puntos:

  • Identificar y corregir a tiempo en el infante cualquier déficit neurofuncional en el momento adecuado.
  • Identificar y adaptar a tiempo los talentos en el infante, potencializando los dotes que tenga, y adecuando los posibles déficit que pueda presentar.

La estimulación prenatal, y su contribución en el neurodesarrollo.

Es el conjunto de técnicas o grupo de estímulos desde el momento de la gestación. Esto es posible gracias a todas aquellas sensaciones captadas por la madre en medio del ambiente que la rodea.

La vista, el oído y el tacto, el gusto y el olfato; teniendo la progenitora armonía bioquímica sanguínea, dentro de todos los cambios hormonales normales del embarazo; y si la madre pues, está emocionalmente equilibrada, que vaya integrando información académica a través de sus sentidos, esta será enviada a su cerebro transfiriendo a la memoria sensitiva-sensorial del feto posterior a los 5 meses de gesta. Que es justamente el lapso de tiempo cuando el embrión fisiológicamente tiene lo necesario en su organismo para almacenar información en su sistema.

Esto se lo debemos a la epigenética que se encarga de estudiar todos los fenómenos que por fuera o dentro del embarazo, puedan mutar positiva o negativamente el futuro neurofuncional del bebé. Es por esto, que la estimulación prenatal y la epigenética están tan íntimamente relacionadas, ya que inciden en las reacciones del individuo como resultado de su interacción con el ambiente y su desarrollo humano.

Las áreas del neurodesarrollo

Existen seis áreas, o las que también podemos llamar “esferas del neurodesarrollo”, y son:

  • La esfera motora, comprende todo el aprendizaje derivado del cambio postural, el reconocimiento espacial del cuerpo, y sus variantes en la marcha, flexibilidad, estabilidad y equilibrio.
  • La esfera sensorial y cognitiva, se deriva de los sentidos, y las capacidades superiores basadas en la vista, tacto y oído; y en las capacidades inferiores como lo son el gusto y el olfato.
  • También se encuentran la esfera psíquica, social y escolar, donde está ubicada la consciencia, la motivación y el pensamiento de supervivencia. A nivel social enlazamos el aprendizaje con la empatía; y en el área escolar, se fomenta la asimilación, la asociación y la adaptación. Siendo habilidades requeridas para crecer dentro de la sociedad.

Tenemos una triada terapéutica, que marca una buena planificación de la estimulación. Trata de:

  • Plasticidad neural: que viene siendo una parte primaria del aprendizaje, y deriva de la interacción del medio ambiente.
  • Habituación neural: que es un aprendizaje secundario, terciario o el necesario para perfeccionar esa habilidad que se desea trabajar.
  • Conectividad: es cuando se logra una conexión de habilidades ya perfeccionadas de alguna área del neurodesarrollo con el fin de lograr una acción en el infante.

Ejemplo: En la lactancia materna tendríamos como parte de la plasticidad neural a la succión en presencia del pecho materno. A través de las áreas del neurodesarrollo, éste se habitúa ejerciendo la succión a libre demanda hasta que las necesidades alimenticias y afectivas se sacien. Y la conectividad se ejerce cuando aquél bebé comprende que tiene hambre, que debe llorar para comunicarlo, y al tener el pecho próximo ejerza la succión hasta que el o la bebé este a gusto.

Aquí las áreas o esferas: motora, cognitiva, sensorial, psíquica, escolar y social, trabajan en conjunto para realizar una necesidad tan básica como lo es: “la alimentación”.

Concluyo diciéndo que, en la vida diaria ejecutamos estas acciones sin darnos cuenta, para poder crear o conseguir una habilidad, podemos juntar todas áreas o esferas del neurodesarrollo para un mejor alcance. Si nuestro hijo/a, requiere de mejorar o aprender algo, lo más ideal es tener en cuenta estos conceptos, e ir guiado con un profesional capacitado en el área.

Todo lo que vive el bebé desde el útero es un estímulo, y es asimilado por el mismo. Queda de nuestra parte regularlos en beneficio de esa nueva vida “